Claves para la armonía: resolviendo conflictos de forma pacífica
¿Quieres descubrir cómo resolver conflictos de forma pacífica y alcanzar una cultura de paz? No te pierdas mi artículo sobre la inspiradora charla TED que acabo de presenciar. ¡Sigue leyendo!
La cualidad de superar la discordia
Hoy quiero compartirles una idea que considero muy importante: la cualidad de superar la discordia. Una cualidad, al final del día, es un rasgo o componente que caracteriza a una persona o grupo de personas. Los chihuahuenses, por definición, nos han enseñado a ser valientes, nobles y leales. Pero ¿se imaginan si una cualidad de los chihuahuenses fuera el ser pacíficos? Creo que sería interesante y valioso tratar de desarrollar esta capacidad no solo en los chihuahuenses, sino en todos los mexicanos. Todos tenemos la capacidad de aprender formas y estrategias para resolver nuestros problemas y conflictos.
Un cuentito sobre soluciones innovadoras
Antes de entrar en materia, quiero contarles un cuentito que les servirá para entender lo que van a escuchar hoy. En el año 1736, Benjamin Franklin sufrió un incendio en su casa en Filadelfia. En ese momento no existía un departamento de bomberos como lo conocemos hoy en día. Entonces él tuvo la idea revolucionaria de unir a ciudadanos para crear un departamento gratuito y público que pudiera atender los incendios en toda la ciudad. Mucha gente pensó que estaba loco y creyeron que esto solo llevaría a más descuido por parte de los ciudadanos con respecto a los incendios.
Pero ¿qué pasó? Esta idea se convirtió en realidad y hoy tenemos departamentos de bomberos eficientes y gratuitos gracias a esa iniciativa pionera. Lo mismo sucede con las ideas innovadoras sobre solución alternativa de controversias que van a escuchar hoy. Pueden sonar complicadas o difíciles de entender, pero estoy convencido de que con el tiempo serán una herramienta fundamental para solucionar conflictos.
Medios alternos de solución de controversias
Los medios alternos de solución de controversias, como la mediación y la negociación, son como un departamento de bomberos para los conflictos. Estoy seguro de que en cien años o incluso menos, nos preguntaremos por qué tardamos tanto en profesionalizar y aplicar estas técnicas. Personalmente, he tenido conversaciones con mis colegas abogados sobre arbitraje, mediación y negociación, y algunos piensan que estas ideas no encajan con la ideología y la idiosincrasia mexicana. Pero debemos recordar que antes del surgimiento de los tribunales y las cortes en Egipto hace más de 5000 años, la humanidad ya tenía formas pacíficas para resolver sus conflictos.
Existen tres ejemplos interesantes que quiero compartirles:
1. Los bosquimanos de Kalahari
Estas tribus nómadas existen desde hace más de 5000 años en la región entre Botsuana y Namibia llamada Kalahari. Cuando tienen un conflicto dentro del grupo, se sientan alrededor del fuego y nadie puede levantarse hasta resolver el problema. Esto crea una presión social para dialogar y encontrar una solución pacífica. Ya sea un tema simple como un plato roto o algo tan grave como un asesinato, estos conflictos pueden durar hasta dos semanas sin que nadie se levante de la fogata. Esta forma de resolver conflictos existe desde hace miles de años y demuestra que no es algo nuevo.
2. Ho’oponopono en Hawái
Este ritual de sanación personal y comunitaria existe en Hawái desde hace más de 350 años. Cuando alguien comete un crimen menor, se le da la oportunidad de acudir a un sacerdote o líder comunitario para practicar el Ho’oponopono. Este proceso consta de cuatro pasos: perdón, lo siento, te amo y gracias. Estas cuatro palabras pueden parecer simples, pero tienen un gran poder para resolver conflictos y sanar relaciones. Pedir perdón implica reconocer el error y buscar el perdón del otro; decir lo siento implica estar dispuesto a cambiar; te amo significa amar incluso a aquellos que nos han lastimado; y gracias es una forma de expresar gratitud por la posibilidad de tener una relación con esa persona.
3. La bancarrota en Europa
En la época mercantil en Europa, los comerciantes tenían mesas donde vendían sus productos e intercambiaban bienes. Si alguien no pagaba su precio o intentaba engañar a otros comerciantes, el líder del mercado tenía la autoridad para romper la mesa del infractor con un mazo. De ahí viene el término “bancarrota”. Esta práctica era una forma directa y efectiva de solucionar conflictos sin recurrir a las autoridades judiciales.
México necesita una nueva forma
México enfrenta grandes desafíos en cuanto a la solución de conflictos. Tenemos un alto número de litigios y una baja eficiencia en la resolución de los mismos. En el estado de Chihuahua, por ejemplo, se presentan estadísticamente 4100 expedientes abiertos a nivel federal y más de 75 mil en todas las materias cada año. Esto indica que algo estamos haciendo mal y que necesitamos buscar nuevas formas de resolver nuestros conflictos.
En México, los conflictos tardan en promedio 4.2 años en resolverse, lo cual es un desgaste físico, emocional y económico que no podemos permitirnos. Es por eso que considero fundamental promover una cultura del diálogo y la solución alternativa de controversias desde la educación básica hasta la media. En lugar de enseñar solo competencia y rivalidad, deberíamos aprender a intervenir y detener los conflictos cuando surgen.
Aprender a escuchar
Una habilidad esencial para resolver conflictos es aprender a escuchar. Todos tenemos la capacidad auditiva, pero no todos hemos sido entrenados para realmente escuchar al otro con empatía y amor. Escuchar implica comprender que el mensaje viene desde una perspectiva diferente a la nuestra y estar dispuestos a entenderlo sin juzgarlo ni interpretarlo según nuestras propias experiencias o supuestos.
Además, debemos recordar que los conflictos pueden ser reales o aparentes. Muchas veces nos enfrentamos a ideas opuestas o creemos erróneamente que alguien está en conflicto con nosotros cuando no es así. También puede suceder que el problema real esté oculto detrás de otro. Para resolver estos conflictos, es necesario detenernos, escuchar y buscar el fondo del problema.
La solución está en la educación
Creo firmemente que la solución a los conflictos en México comienza desde la educación primaria. Todos deberíamos aprender cómo intervenir y detener un conflicto, así como desarrollar habilidades para escuchar y resolver problemas de manera pacífica. Esta enseñanza no se limita solo a las aulas, sino que debe ser practicada por todos nosotros en nuestra vida diaria.
México ha avanzado en el reconocimiento de los medios alternos de solución de controversias desde 2008, pero aún nos falta mucho camino por recorrer. Necesitamos promover una cultura del diálogo y la paz para construir un país más justo y seguro. No podemos permitirnos seguir registrando miles de asesinatos cada año debido a conflictos sin resolver.
Los medios alternos de solución de controversias son una herramienta valiosa para superar la discordia y construir una sociedad más pacífica. A través del diálogo, la mediación y la negociación podemos resolver nuestros conflictos antes de llegar a instancias judiciales o recurrir a la violencia.
Necesitamos cambiar nuestra forma de enfrentar los conflictos desde una perspectiva educativa, aprendiendo a intervenir y detenerlos cuando surgen. También debemos desarrollar habilidades para escuchar con empatía y comprender que los conflictos pueden ser reales o aparentes.
México tiene grandes desafíos en cuanto a la resolución de conflictos, pero estoy convencido de que podemos superarlos si nos educamos en esta nueva forma de solución pacífica. No esperemos más para profesionalizar y aplicar los medios alternos de solución de controversias en nuestro país.
Recordemos que el cambio comienza con nosotros y nuestras acciones diarias. Si todos nos comprometemos a resolver nuestros conflictos de manera pacífica, podremos construir un México mejor para las futuras generaciones. ¡Juntos podemos lograrlo!