Cómo las emociones influyen en nuestras percepciones a través del color
¿Sabías que nuestras emociones pueden reflejarse a través de los colores? Sí, leíste bien! En esta charla Tedx fascinante de un psicólogo experto en violencia y acoso, descubrirás cómo la ciencia relaciona nuestras emociones con los colores. Prepárate para descubrir un nuevo mundo de emociones y colores. ¡No te lo puedes perder!
¡Hola! Hoy quiero compartir contigo algo que acabo de descubrir y que me ha dejado realmente impresionado. Acabo de ver una charla Tedx muy interesante del psicólogo José Díaz de la Cruz sobre emociones y colores, y déjame decirte que ha sido toda una revelación. Durante su exposición, el autor nos lleva a reflexionar sobre cómo las emociones se pueden manifestar en nuestro cuerpo y cómo esto puede influir en nuestra forma de pensar y sentir.
La relación entre emociones y colores
Díaz de la Cruz comienza hablando sobre cómo nuestras emociones son visibles en nuestra cara, gestos e incluso en el color de nuestra piel. Por ejemplo, cuando sentimos vergüenza, nos ruborizamos; cuando estamos felices, nuestro rostro irradia alegría. Pero lo interesante es que también existen diferencias culturales en la forma en que asociamos ciertos colores con diferentes emociones.
El autor menciona que el negro es considerado el color del luto en Occidente, mientras que en algunos países orientales como Japón, es el blanco. Además, hay conductas normales para nosotros que pueden generar indignación o ira en otros países. Por ejemplo, mirar a los ojos puede ser señal de franqueza para nosotros, pero puede ser considerado una falta de respeto en algunas culturas orientales.
Pero más allá de las diferencias culturales, Díaz de la Cruz nos habla sobre cómo nuestras emociones están relacionadas con sensaciones corporales específicas. El psicólogo Lauri Nummenmaa realizó un experimento donde pidió a personas de Finlandia, Suecia y Taiwán que asociaran emociones con colores. Descubrió que cuando sentimos una emoción, hay partes de nuestro cuerpo que se activan y aceleran, mientras que otras partes se sienten menos intensas o más ralentizadas.
Por ejemplo, cuando sentimos ira, las zonas más activadas son los puños y la mandíbula; en el asco, es la garganta y el sistema digestivo; en la felicidad, todo el cuerpo está encendido; en la tristeza, el cuerpo está desvitalizado y las extremidades están frías y azules; en el miedo, hay una vasoconstricción en las extremidades para prevenir pérdida excesiva de sangre.
La termografía como herramienta
Pero ¿cómo podemos medir estas sensaciones corporales asociadas a las emociones? Aquí es donde entra en juego la termografía. Esta técnica nos permite detectar la temperatura de los cuerpos y ha sido utilizada tanto en investigación militar como médica. La termografía puede mostrar inflamaciones o variaciones térmicas relacionadas con diferentes patologías.
Díaz de la Cruz menciona cómo esta técnica también se ha utilizado para estudiar las emociones. Por ejemplo, al observar imágenes térmicas del rostro durante situaciones de ansiedad o carga mental, se puede ver un aumento de temperatura en ciertas áreas específicas. También se han realizado experimentos donde se muestra cómo el amor romántico aumenta la temperatura del rostro, pecho y manos sin necesidad de entrar en contacto físico con la persona amada.
Además, la termografía ha revelado que cuando mentimos, la temperatura de nuestras manos y nariz disminuye hasta en un grado centígrado, lo cual se conoce como el “efecto Pinocho”. Es decir, nuestra temperatura corporal puede revelar si estamos mintiendo o no.
Aplicaciones prácticas
Este descubrimiento tiene muchas aplicaciones prácticas. Por ejemplo, en el ámbito laboral podría ayudarnos a diseñar puestos de trabajo más saludables al observar las emociones y cargas mentales de los empleados. También puede ser útil en situaciones donde necesitamos saber si una persona está sintiendo vergüenza, culpa o está mintiendo.
Pero lo más impactante es cómo esta tecnología puede ayudarnos a comprender mejor los trastornos del estado de ánimo como la ansiedad y la depresión. Conocer las sensaciones corporales asociadas a estas emociones nos permitiría identificarlas más fácilmente e incluso desarrollar nuevos biomarcadores para su diagnóstico.
La charla Tedx del psicólogo José Díaz de la Cruz sobre emociones y colores ha sido realmente fascinante. Nos ha mostrado cómo nuestras emociones se pueden manifestar en nuestro cuerpo y cómo esto puede influir en nuestra forma de pensar y sentir. Además, nos ha presentado la termografía como una herramienta poderosa para estudiar las emociones y sus aplicaciones prácticas tanto en el ámbito laboral como en el diagnóstico de trastornos del estado de ánimo.
Ahora entiendo mejor cómo nuestras emociones pueden afectar nuestra forma de pensar y sentir. Me ha dejado pensando en cómo podríamos utilizar esta información para mejorar nuestra salud mental y emocional. Tal vez, en un futuro no muy lejano, podremos identificar y tratar más eficazmente los trastornos del estado de ánimo gracias a la termografía.
En definitiva, esta charla me ha enseñado que nuestras emociones son mucho más complejas de lo que pensábamos y que su relación con nuestro cuerpo es realmente fascinante. Así que la próxima vez que sientas una emoción intensa, recuerda prestar atención a las sensaciones corporales asociadas a ella. ¡Quién sabe qué descubrimientos podrás hacer!