Comparte y transforma: Una joven maestra que ha cambiado miles de vidas con sus clases virtuales
Hola, amigo! Hoy vengo emocionado porque acabo de ver una increíble charla TED que quiero compartir contigo. Te aseguro que te sorprenderá y te motivará a aprender, compartir, servir y ser feliz!
Hace poco tuve la oportunidad de ver una charla TEDx realmente inspiradora. El autor, Cecilia Figueroa Flores, compartió su experiencia sobre cómo decidió poner su granito de arena en la sociedad y cambiar el mundo a través de un emprendimiento social. Su historia es fascinante y revela algunas ideas clave que todos podemos aplicar en nuestras vidas.
El deseo de marcar un cambio
¿Alguna vez has soñado con hacer algo significativo para la sociedad? ¿Te gustaría poner tu granito de arena y cambiar el mundo? Estas son preguntas que muchos nos hemos hecho en algún momento. Todos tenemos esa espinita que nos impulsa a querer marcar la diferencia, pero a veces no sabemos por dónde empezar.
Retrocediendo en el tiempo
Para entender mejor la historia de Cecilia, retrocedamos dos años atrás, cuando ella comenzó una academia. Después de dos semanas del inicio del proyecto, se encontró aburrida y sin nada qué hacer. Intentó cocinar y hasta practicó pintura abstracta (descubriendo así que era buena en ello), pero seguía sintiéndose insatisfecha.
Fue entonces cuando descubrió algo interesante al unirse a grupos de madres emprendedoras en Facebook: muchas mamás estaban buscando constantemente clases extracurriculares para sus hijos debido al desempleo causado por la pandemia. Esto le hizo darse cuenta del impacto económico que estaba teniendo esta situación en las familias.
Un nuevo propósito
Motivada por su pasión por enseñar y su amor por el inglés y el francés, Cecilia decidió ofrecer clases voluntarias de idiomas para niños, jóvenes y adultos. Quería que sus clases fueran accesibles para todos, sin barreras económicas. Su objetivo era divertirse, cantar y bailar mientras compartía conocimientos.
Al principio, no recibió muchas respuestas a su oferta en los grupos de madres emprendedoras. Pero no se rindió y continuó adelante. Al día siguiente, encontró a 60 mamás interesadas en las clases. Así comenzó su grupo más grande con 20 niños y 20 adultos.
Enfrentando críticas
A medida que pasaban los meses, las personas alrededor de Cecilia comenzaron a cuestionar su trabajo voluntario. Le decían cosas como “tu tiempo vale dinero” o “estás desperdiciando tu tiempo”. Pero ella decidió ignorar esas opiniones negativas porque sabía lo que estaba haciendo tenía un propósito más allá del dinero.
Un día, durante una clase en línea con adultos, Cecilia notó algo especial: dos niñas estaban conectadas desde un hospital. A pesar de estar enfrentando desafíos personales desconocidos para ella, estas niñas seguían asistiendo a las clases con una sonrisa en sus rostros.
Aprendizajes clave
Cecilia compartió cuatro puntos clave que la ayudaron a cambiar su mundo y poner su granito de arena en la sociedad:
- Aprender: Nunca debemos dejar de aprender. Siempre hay algo nuevo por descubrir y compartir con los demás.
- Servir: Estamos aquí para servir a los demás. Ayudar sin esperar nada a cambio es una forma poderosa de contribuir al mundo.
- Compartir: No debemos quedarnos con lo que sabemos. Compartir nuestros conocimientos nos enriquece y ayuda a otros a crecer.
- Felicidad: Al aprender, servir y compartir, experimentamos la verdadera felicidad. Ver cómo nuestras acciones impactan positivamente en las vidas de otros es una sensación indescriptible.
El impacto de su emprendimiento social
A través de su emprendimiento social llamado “Aprender”, Cecilia ha dado clases a más de 7,000 alumnos. Ha brindado oportunidades educativas a personas que buscan mejorar sus habilidades en inglés y francés, ayudándoles así a alcanzar sus sueños y metas.
Pero ella enfatiza que los verdaderos maestros son sus alumnos. Son ellos quienes le han enseñado el valor del esfuerzo constante y la determinación para lograr sus objetivos. Cada día, Cecilia se siente inspirada por su dedicación y compromiso.
Haciendo nuestra parte
Cecilia concluye su charla haciendo una pregunta provocadora: ¿Qué pasaría si el sistema educativo fuera voluntario? Nos invita a reflexionar sobre la importancia de aprender, servir, compartir y encontrar nuestra propia manera de poner nuestro granito de arena en la sociedad.
La historia de Cecilia Figueroa Flores es un recordatorio poderoso de que todos tenemos la capacidad de marcar una diferencia en el mundo. A través del aprendizaje constante, el servicio desinteresado, el compartir nuestros conocimientos y la búsqueda de la felicidad a través del impacto positivo en los demás, podemos cambiar vidas y contribuir al bienestar colectivo.
Así que te invito a reflexionar sobre cómo puedes poner tu granito de arena en la sociedad. Encuentra algo que ames hacer y compártelo con el mundo. Estoy seguro de que hay personas dispuestas a escucharte y aprender de ti. ¡Empieza hoy mismo!