Descubre cómo superar barreras y encontrar la felicidad
Descubre cómo superar barreras y encontrar la felicidad en la charla TED de Sergio.
En la vida nos encontramos con innumerables barreras y obstáculos que, en ocasiones, pueden parecer insuperables. Yo mismo he tenido que enfrentarme a miles de ellas desde el principio. Mi primera barrera fue la educación. Cuando nací, no se hablaba de inclusión educativa, pero mi madre tuvo una idea brillante: ella sabía que yo quería estudiar y me enseñó a leer y escribir desde pequeño.
A pesar de tener dificultades en matemáticas, me encantaban las asignaturas sociales, naturales y deportivas. Formaba parte del grupo de danza y música en el colegio, tenía muchos amigos y era muy feliz. Sin embargo, al llegar a Bogotá, la situación se complicó aún más. No sabía dónde podía recibir educación inclusiva y adaptada a mis necesidades.
Después de buscar varios lugares sin éxito, finalmente encontré un lugar donde pude estudiar: el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Me gradué como auxiliar de servicio de apoyo logístico junto con mis hermanos. Fue difícil entender los módulos de aprendizaje debido a nuestras discapacidades, pero con la ayuda de mi madre logramos superar todas las dificultades.
Realicé mis prácticas durante un año en un almacén de hostelería como auxiliar para personas mayores. También seguía formando parte del grupo de danza y esto me permitió viajar por muchas ciudades presentando nuestro espectáculo.
Mi segunda barrera fue el transporte. Durante mis prácticas tuve que aprender a movilizarme por mí mismo utilizando el transporte público. Al principio resultó todo un desafío debido a mi dificultad visual. Tenía que fijarme en los colores de los buses, ya que en esa época no existían los sistemas de audio para personas con discapacidad visual. Un día hubo un accidente y tuve que pedir ayuda al conductor para bajarme en la estación correcta, ya que las puertas no se abrieron. Fue un largo trayecto hasta poder volver a casa, pero gracias al apoyo de mi madre y su cuidado logré superar todas las dificultades.
La tercera barrera fue el trabajo. Las personas con discapacidad enfrentamos muchas dificultades para conseguir empleo, ya que se piensa erróneamente que no somos capaces de realizar tareas, cumplir horarios o adaptarnos a las normas de una empresa. La mayoría de las veces necesitamos el respaldo de fundaciones o asociaciones para postularnos a empleos.
Una vez conseguido el trabajo, surgen nuevos inconvenientes como jefes o compañeros que no entienden nuestra discapacidad y nos tratan con desigualdad o falta de apoyo. Sin embargo, en 2011 tuve la oportunidad de ser contratado por una empresa colombiana de café donde encontré un ambiente laboral inclusivo y respetuoso.
Cada día aprendo algo nuevo y me siento útil mientras puedo ayudar a mis clientes y cumplir mis responsabilidades laborales. He sido reconocido como novato del año en mi primer año de trabajo e incluso he participado en campeonatos nacionales representando a la empresa donde laboro.
Pero más allá del éxito personal, reconocí la importancia del trabajo colectivo para lograr cambios significativos en nuestras vidas. Por esta razón me involucré en el proceso de creación de una ley que otorgara capacidad legal a las personas con discapacidad. Fui testigo del avance de este proyecto y pude expresar mi voz ante el Senado y la Cámara de Representantes.
El 26 de agosto, finalmente, se promulgó la Ley 1996 que establece el régimen de discapacidad legal para las personas con discapacidad mayor. Esto significa un gran avance en nuestros derechos y nos permite tomar decisiones sobre nuestra propia vida.
Recientemente, tuve la oportunidad de hablar sobre esta ley en la Presidencia de la República y fui invitado por la Corte Suprema de Justicia para compartir mi experiencia y conocimientos. Me siento orgulloso porque nuestro país ha escuchado nuestra voz y ahora contamos con una ley que garantiza nuestros derechos.
En resumen, todos enfrentamos barreras en nuestras vidas, pero lo importante es no dejarnos vencer por ellas. Debemos decidir qué tan grandes son esas barreras y cómo superarlas. Ahora es mi turno de animarte a ti, querido lector/a, a no rendirte frente a los obstáculos que puedas encontrar en tu camino. Tú también puedes lograrlo si te lo propones.