Descubre el poder de ver el mundo como un niño: una lección de Santiago

¡Descubre cómo ver el mundo a través de los ojos de un niño puede ser un aprendizaje poderoso, según Santiago, un estudiante de 12 años! Sumérgete en su charla TEDx y desafíate a pensar como un niño. ¡Te sorprenderás!

Descubriendo la importancia de la imaginación y la creatividad

Hola, soy Santiago Curtis, tengo 12 años y estoy seguro de que muchos de ustedes se estarán haciendo la misma pregunta que yo: ¿qué hago aquí? Permítanme contarles. Estoy en esa etapa de mi vida en la que los adultos me dicen que soy muy chico para algunas cosas, pero luego me dicen que no me doy cuenta de que ya soy lo suficientemente grande para otras actividades. Es como si hace un momento nos hicieran volar con nuestra imaginación a través de cuentos fantásticos y, de repente, crecemos y nos hacen pensar todo como si fuera una pregunta con múltiples opciones o simplemente verdadero o falso.

Pero el mundo y la vida están llenos de preguntas, algunas más raras que otras. Y hoy quiero hacerles un par: ¿Quiénes aquí alguna vez creyeron en Papá Noel? Levanten la mano. ¿Y en los Reyes Magos? ¿Y en el Ratón Pérez? Pueden bajar las manos ahora. Y ahora les pregunto: ¿Quiénes actualmente siguen creyendo en ellos?

La respuesta es variada. Algunos aún creen, otros no se animaron a levantar la mano por miedo o vergüenza. A un amigo mío le decían inmaduro e infantil por seguir creyendo en estas figuras mágicas. Pero entonces me pregunté: ¿por qué? Me puse a pensar y se me ocurrieron varias posibles respuestas: tal vez porque usamos nuestra imaginación, porque pensamos demasiado, porque somos creativos o simplemente porque no pensamos como adultos.

Leer también:  Descubre las mejores ideas para cumplir tus sueños

Y me di cuenta de que los adultos también piensan demasiado, creen en cosas que para otros adultos no existen, como los dioses de las religiones. Entonces me quedé pensando que esto debe tener algo que ver con la creatividad y la imaginación con las cuales nosotros, los niños, tendemos a ver el mundo. La mayoría de los adultos no las usan o creen que no las necesitan.

El juego y la importancia de ser diferentes

¿Alguna vez vieron a un adulto jugando a derrotar un dragón? Probablemente muy pocos levantaron la mano. Nosotros, los niños, somos considerados inmaduros o infantiles simplemente por pensar diferente a ellos. Pero nosotros no somos adultos, somos niños.

Por ejemplo, si un adulto cree en alguna religión eso es normal en la vida. Se supone que debemos ser educados y respetarlo, y cuando estamos bien educados no debemos reírnos en la cara de alguien mientras realiza sus rituales extraños. Pero ¿por qué si un niño dice que cree en Papá Noel es considerado inmaduro? En mi opinión, simplemente es porque es niño y está creyendo en algo en lo cual también creen muchos adultos.

Pensé en otras situaciones donde se nos considera menos o inferiores: recordé un canal de YouTube llamado “Pro My Life” donde dibujaban tu vida mientras contabas tu historia en una pizarra. Pero estos chicos dibujaban historias sobre famosos, cuentos de terror japoneses o mitologías monstruosas. Me encontré con un video que era una recopilación de historias de terror japonesas que ya habían contado en otros videos. En una de esas historias, contaban sobre un espíritu que solo atacaba a los niños porque eran más fáciles de engañar.

Leer también:  Cómo superar tus temores y alcanzar el éxito

Esto me hizo pensar: ¿desde cuándo? En todo caso, son los adultos quienes nos hacen más fáciles de engañar. Por ejemplo, si un adulto le muestra a su hijo un objeto y le dice “¡Mira! ¡Es el dragón Peluffo!”, eso no significa que el niño sea tonto y no sepa que es una lámpara. Y si realmente piensa que es un dragón, tampoco tiene nada de malo porque al menos se está divirtiendo.

Los niños no somos adultos, somos niños. Y eso parece difícil de entender para algunos. Es cierto que tal vez nosotros, como niños en primaria, no sepamos algo que los adultos sí saben. Pero eso no nos hace menos inteligentes ni significa que no podamos aprenderlo. Las pocas diferencias entre un adulto y un niño son el físico y las capacidades o fuerzas naturales.

Cuestionando la verdad

Pero volviendo al tema del engaño, me di cuenta de que no solo nuestras familias o escuelas pueden engañarnos o hacernos creer cosas falsas; también el cine, internet y la televisión pueden hacerlo. Fue entonces cuando recordé a la famosa cigüeña.

Nunca conocí a alguien cuyos padres les dijeran que los bebés eran traídos por una cigüeña, pero sí tenía amigos que lo habían visto en la tele o en películas. Muchos califican a la cigüeña como una mentira, pero a mí no me gusta llamarla así. Prefiero llamarla “verdad disfrazada”. Está disfrazada para ocultar algo, tiene una razón de ser. Pero cuando alguien realmente cree en ella, deja de ser un disfraz y se convierte en verdad.

Pero ¿por qué? ¿Por qué nos hacen creer esto? Es como si nos consideraran incapaces de saber la verdad. Y no estoy diciendo que la cigüeña sea mala, solo me pregunto por qué se considera buena. Luego, cuando crecemos, nos dicen que los niños son hechos con amor. Pero si pedimos la verdad, ¿por qué nos hablan de la cigüeña y del amor? ¿Cuál es esa parte que no quieren contarnos?

Leer también:  Cómo superar el miedo escénico y marcar la diferencia

La importancia de enfrentar la realidad

Al menos los Reyes Magos y Papá Noel nos hacen pasar por momentos divertidos y mágicos. Pero volviendo al tema más serio: esto también tiene que ver con la violencia, pobreza e injusticias que forman parte de nuestra realidad. No creo que sea bueno exponer a los niños a demasiada violencia en juegos o libros; sin embargo, pensemos qué pasaría si los niños no supiéramos ni siquiera que existe.

No habría niños violentos, pero no sé si eso sería más peligroso para nosotros porque los adultos sí conocen la violencia y podrían aprovecharse de nuestra inocencia. No digo que esto no ocurra ahora, pero lo que quiero decir es que no sería bueno para los niños ser ni siquiera un poco violentos. Imagínense si no nos enteráramos de las cosas que suceden actualmente, simplemente estaríamos alejados de la realidad.

Y la realidad está lejos de ser perfecta. La única manera de cambiarla es entendiendo y aprendiéndola. Debemos utilizar nuestra imaginación y creatividad para cambiarla. Además, el mundo también nos pertenece a nosotros, los niños. Descubrirlo y mejorarlo es una tarea que también nos corresponde. No nos excluyan.

En esta charla he descubierto la importancia de mantener viva nuestra imaginación y creatividad como niños. Aunque a veces seamos considerados inmaduros o infantiles por pensar diferente a los adultos, debemos recordar que somos chicos y tenemos derecho a creer en cosas fantásticas.

No dejemos que el mundo adulto nos haga perder esa capacidad de soñar y usar nuestra imaginación para cambiar la realidad. Aprendamos de los adultos pero mantengamos siempre esa chispa creativa en nuestros corazones.

Somos el futuro del mundo y solo con nuestras ideas innovadoras podremos construir un futuro mejor para todos.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.