Descubre el poder del lenguaje corporal en la música
¿Sabías que la música puede ser una poderosa herramienta de inclusión y expresión personal? Descubre más en esta fascinante charla Tedx.
Hace poco tuve la oportunidad de ver una charla TEDx que me dejó completamente impactado. El orador, Maximiliano Maglianese, compartió su experiencia como músico percusionista y docente en barrios marginales de Argentina. Su historia es de esfuerzo, superación y sobre todo, de cómo la música puede transformar vidas.
El poder de la música en los barrios marginales
Maximiliano comenzó contándonos que ha trabajado durante más de 20 años con la música y la percusión. Su amor por el arte lo llevó a dedicarse tanto a su carrera artística como a la docencia pedagógica. Pero lo que realmente llamó mi atención fue cuando mencionó que decidió trabajar en los barrios más desfavorecidos, donde el lenguaje corporal y verbal es aún más complejo.
En uno de sus proyectos educativos, se encontró con un gran problema: los instrumentos habían sido robados y destrozados. Los niños esperaban ansiosos ese día para tocar y liberar toda su frustración acumulada. Frente a este conflicto, surgieron ideas violentas por parte de algunos chicos para solucionarlo.
La importancia del decir y el hacer corporal
Pero Maximiliano decidió tomar otro camino. En lugar de responder con violencia o buscar venganza, él decidió pasar los ritmos aprendidos al cuerpo e invitar a los niños a hacer lo mismo. Comenzaron a tocar sobre sus propios cuerpos y algo mágico ocurrió: toda esa ira se canalizaba hacia ellos mismos, generando una regulación emocional y un cambio de actitud impresionante.
Maximiliano notó que cuando los niños percutían sobre sus cuerpos, comenzaron a regularse emocionalmente. La música se convirtió en una herramienta para expresar y controlar sus emociones de manera positiva. Además, el proceso de internalización les permitió mejorar su capacidad de escucha y empatía hacia los demás.
El desarrollo psicomotriz como clave del aprendizaje
A partir de esta experiencia, Maximiliano decidió trabajar en su propio desarrollo psicomotriz. Comenzó a pasar todos los ritmos aprendidos durante años por su propio cuerpo, enfrentándose a nuevos desafíos y conflictos internos. El resultado fue sorprendente: logró coordinar movimientos que antes le parecían imposibles.
Este descubrimiento lo llevó a replantearse la importancia del desarrollo psicomotriz en el aprendizaje musical. Decidió transmitir esta técnica en cada lugar al que iba, buscando que el placer y la alegría fueran parte fundamental del proceso colectivo.
Destapa cañerías: decir y hacer corporal
Fue así como nació el concepto “destapa cañerías”, relacionado con buscar nuevas formas de aprender y expresarse a través del cuerpo. Maximiliano utiliza onomatopeyas y fonemas silábicos para enseñar patrones rítmicos primarios. Los participantes deben repetir estos sonidos mientras tocan diferentes partes de su cuerpo.
Pude ver cómo esto generaba un gran placer en las personas. Los rostros de los participantes reflejaban alegría y satisfacción al hacer música con su propio cuerpo. Me recordó a aquellos niños en los barrios marginales, que olvidaron por un momento sus conflictos y se sumergieron en la música.
El legado del decir y el hacer corporal
En su conclusión, Maximiliano nos dejó un mensaje poderoso: aunque los conflictos son parte inherente de nuestra naturaleza humana, el decir y el hacer corporal sincero nos brinda placer. Y ese placer puede mejorar nuestra convivencia con los demás.
A través de su experiencia, Maximiliano nos enseña que la música tiene un poder transformador. No importa las dificultades que enfrentemos o los obstáculos que se interpongan en nuestro camino, siempre podemos encontrar una manera de expresarnos y conectar con los demás a través del arte.
La charla TEDx de Maximiliano Maglianese nos invita a reflexionar sobre el poder de la música como herramienta para transformar vidas. A través del decir y el hacer corporal sincero, podemos canalizar nuestras emociones de manera positiva y mejorar nuestra convivencia con los demás.
Su historia es un recordatorio inspirador de que todos tenemos la capacidad de superar obstáculos y encontrar formas creativas de expresarnos. La música no solo es una forma artística, sino también una herramienta para sanar heridas emocionales y construir puentes entre las personas.
No importa si somos músicos o no, todos podemos experimentar el placer de crear música con nuestro propio cuerpo. Así que la próxima vez que sientas el impulso de bailar, cantar o tocar un instrumento, recuerda que estás conectando con algo mucho más profundo: tu propia esencia y la de aquellos que te rodean.