El lado oscuro de compartir información en la era digital

Descubre cómo podemos protegernos de las noticias falsas en la era digital. Sigue leyendo y aprendamos juntos!

Hace 5 años, en Navidad, cometí uno de los peores errores de mi vida. Estaba en San Antonio, Texas, pasando tiempo con mi familia y decidí regalarle a mi mamá un iPhone. Pero como todos sabemos, cuando le regalas tecnología a tu mamá, también tienes que enseñarle cómo usarla. En el caso de mi mamá y su nuevo iPhone, eso significaba enseñarle a descargar Facebook y WhatsApp, las dos aplicaciones que más usa.

Mi mamá era una persona a la que no consideraba muy hábil con la tecnología. Sin embargo, después de recibir su regalo navideño, se convirtió en la persona que más mensajes me enviaba por WhatsApp al día. Me saludaba todas las mañanas a las 7:30 AM y si no le respondía inmediatamente, me preguntaba por qué no lo hacía. Si no respondía al segundo mensaje porque estaba ocupada o distraída, ella pensaba que estaba molesta con ella.

Pero no solo eso; mi mamá también se convirtió en la persona que más cadenas de WhatsApp me enviaba. Supongo que es algo común entre los abuelos y sus amigos cercanos. Pero lo curioso es que la mayoría de estas cadenas eran noticias falsas.

Como periodista dedicada a proporcionar información veraz a las personas para mantenerlas informadas correctamente, siempre cuestioné estas noticias falsas compartidas por mi madre. Le preguntaba dónde había obtenido esa información y por qué creía que era real.

Su respuesta solía ser: “Mi amiga Patricia me lo envió por WhatsApp” o “Vi esta noticia en Facebook” o “Encontré esta noticia en Internet”. Para ella, encontrar información en WhatsApp, Facebook o Internet era suficiente para considerarla real y verdadera.

La desinformación en la era digital

En promedio, los ciudadanos de América Latina pasamos 37 horas a la semana conectados a Internet a través de nuestros celulares o computadoras. Pero este número aumenta significativamente para los millennials. Personalmente, paso un promedio de 5 horas y 22 minutos al día frente a mi celular.

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Hoy más que nunca estamos conectados a Internet y tenemos acceso a una gran cantidad de información proveniente de todo el mundo. Esto es maravilloso, pero también significa que estamos expuestos a una cantidad igualmente grande de desinformación.

Internet es una plataforma increíble que nos permite manipular y ser manipulados fácilmente. Y esto se debe principalmente al hecho de que obtenemos nuestra información principalmente desde esta fuente.

La influencia emocional en la propagación de noticias falsas

No se trata del nivel educativo de las personas. No importa si eres altamente educado o no, todos somos susceptibles a compartir noticias falsas. Incluso líderes políticos como el expresidente Álvaro Uribe o el exalcalde Gustavo Petro han compartido noticias falsas en sus redes sociales.

Pero ¿por qué lo hacemos? La respuesta radica en cómo nos sentimos cuando leemos algo impactante e inmediatamente queremos compartirlo con otros. Las personas que crean estas noticias falsas apelan directamente a nuestras emociones, especialmente al miedo y la rabia.

Un estudio realizado por la Universidad de Maine en los Estados Unidos reveló que una noticia falsa tiene un 70% más de probabilidad de ser compartida que una noticia verdadera. Esto se debe a que las noticias falsas suelen tener titulares llamativos y sensacionalistas que capturan nuestra atención y nos incitan a compartirlas.

Otro dato interesante del estudio es que desde 2006 hasta 2016, los votos en Internet para hacer viral la información compartieron la misma cantidad de noticias falsas que verdaderas. Esto significa que no son los bots o mecanismos digitales quienes están propagando la desinformación, sino nosotros mismos.

Las consecuencias peligrosas de compartir información falsa

La culpa no recae solo en quienes crean estas noticias falsas, sino también en nosotros como consumidores y productores de información. Somos poderosos porque tenemos el poder de decidir qué compartir y qué no. Sin embargo, si compartimos información falsa, podemos tomar decisiones equivocadas basadas en hechos incorrectos.

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Pero lo más preocupante es el daño real y tangible causado por compartir noticias falsas. En México, dos personas fueron linchadas después de ser acusadas erróneamente a través de una cadena de WhatsApp. En Bogotá, Colombia, un hombre fue golpeado hasta la muerte por una multitud después de ser señalado como violador infantil debido a otra cadena similar.

Incluso en India, 12 personas fueron asesinadas debido a cadenas virales en WhatsApp con información falsa.

Conclusión

Hoy quiero invitarte a pensar sobre el poder que tienes en tus manos. Tu celular es una herramienta increíblemente poderosa, pero también conlleva una gran responsabilidad.

La próxima vez que recibas una cadena de WhatsApp, veas una noticia en Facebook o leas algo en Internet, te insto a seguir tres pasos básicos: no compartas inmediatamente, investiga la fuente y verifica la fecha de publicación.

Recuerda que tú eres un productor de información y tienes el poder de decidir qué compartir y qué no. No subestimes el impacto que puedes tener al difundir información falsa. Respira, piensa y luego decide si quieres ser parte del problema o parte de la solución.

Hoy más que nunca estamos conectados a Internet y tenemos acceso a mucha información. Sin embargo, también estamos expuestos a una gran cantidad de desinformación. Es nuestra responsabilidad como consumidores y productores de información filtrar lo que compartimos para evitar tomar decisiones basadas en hechos incorrectos.

No caigamos en la trampa emocional de las noticias falsas. Antes de compartir cualquier cosa, respiremos profundamente, investiguemos la fuente y verifiquemos la fecha de publicación. Tomemos decisiones informadas y evitemos contribuir a la propagación del engaño.

Recuerda siempre el dicho: “Con un gran poder viene una gran responsabilidad”. Seamos conscientes del poder que tenemos en nuestras manos y usemos esa herramienta para construir un mundo mejor basado en hechos reales e información veraz.

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